22/9/13

Las alergias al maní de los niños podrían controlarse *


Las alergias al maní de los niños podrían controlarse, según plantea un estudio

La exposición gradual desensibilizó a algunos niños, aunque los expertos no recomiendan hacer pruebas por cuenta propia

Por Alan Mozes

Podría haber ayuda en camino para los niños que tienen alergias graves al maní. Dos estudios recientes sugieren que aumentar lentamente el consumo podría generar tolerancia en los niños con el tiempo.

Ambos estudios eran pequeños y estaban diseñados para complementarse. Se centraron en los niños alérgicos al maní cuyos sistemas inmunitarios fueron inducidos a desarrollar lentamente tolerancia al alimento consumiendo una cantidad controlada pero creciente de maní durante un período de hasta cinco años.

"La meta actual con este trabajo es no permitirle a los pacientes que tengan alergia al maní comer el alimento de manera consciente sino prevenir los síntomas graves que pueden surgir si hay una ingestión accidental", advirtió la Dra. Tamara Perry, coautora del estudio y profesora asistente de pediatría del Colegio de Ciencias Médicas de la Universidad de Arkansas en Little Rock.

"Por supuesto, la meta final sería promover la tolerancia que le permitiría a estos pacientes, niños y adultos, consumir maní", agregó Perry. "Además, el trabajo de inmunoterapia que se está realizando actualmente se muestra bastante promisorio en ese sentido".

Perry y sus asociados tienen previsto presentar sus hallazgos el sábado en la reunión de la American Academy of Asthma, Allergy & Immunology (Academia Estadounidense de Alergias, Asma e Inmunología) en Nueva Orleáns.

Una alergia al maní puede causar problemas respiratorios repentinos y hasta la muerte. Según la AAAAI, más de tres millones de personas en los EE. UU. refieren alergia al maní, las nueces o ambos.

En un estudio, Perry y sus colegas de la Universidad de Duke pusieron a 15 niños alérgicos al maní en un programa de dosificación oral lento pero creciente, durante el cual consumieron cantidades limitadas de alimentos que contenían maní. Otros ocho niños alérgicos al maní comenzaron con un régimen con placebo.

Entre los niños expuestos a estas dosis cuidadosamente crecientes de maní, las reacciones negativas fueron entre leves y moderadas, y exigieron intervención médica apenas un puñado de veces, anotaron los autores.

Al final del programa, se llevó a cabo un "reto alimenticio". El reto reveló que aunque el grupo del placebo podría tolerar con seguridad 315 mg de maní, 15 de los niños que participaron en el programa de inmunoterapia podrían tolerar hasta 5,000 mg de maní (equivalentes a 15 maníes).

Luego de concluir que el programa de dosificación otorgaba cierta "sensibilización clínica" al maní a corto plazo, el equipo de investigación exploró el potencial del programa para inducir protección a largo plazo en otro ensayo.

Ocho de los niños que habían participado en el programa de dosificación oral durante cualquier período entre 32 y 61 meses se sometieron a continuación a un reto oral de maní cuatro semanas después de haber terminado el programa de dosificación.

Los niños, con una edad promedio de casi cuatro años y medio, demostraron cambios inmunológicos duraderos que se convirtieron en una "tolerancia clínica" recién desarrollada al maní, según los investigadores. Y aunque se continúa dando seguimiento a los niños para detectar complicaciones, el maní forma parte ahora de su dieta estándar.

Aún así, a pesar de estos avances alentadores, Perry se mostró precavido acerca de estos hallazgos.

"Aunque los estudios son muy positivos, este proceso de investigación implicará muchos más estudios para permitirnos determinar qué pacientes serán buenos candidatos para este tipo de terapia, pues no todos los pacientes lo serán en cuanto a la seguridad", observó. "Entonces, los consumidores deberían notar que se trata de una ciencia en desarrollo y algo que se debe hacer únicamente bajo supervisión estricta".

El Dr Scott H. Sicherer, profesor de pediatría del Instituto de Alergias Alimentarias Jaffe de la Escuela de Medicina Mount Sinai de la ciudad de Nueva York, corroboró la recomendación.

"Yo mismo estoy involucrado en este tipo de investigación", anotó, "y es bastante promisoria. Pero todavía quedan varias preguntas por responder. ¿Cura esto realmente la alergia o simplemente cambia el umbral mientras se haga el tratamiento diario? Podría haber mucha gente a la que esto cure permanentemente, pero podría haber tantas o más que no.

"Así, es importante saber que todas las personas que participan en este tipo de trabajos no deben intentarlo por su cuenta", señaló Sicherer. "Eso obviamente puede resultar muy peligroso". El trabajo que se está haciendo es muy riguroso y cuidadoso. Además, no es algo que esté listo para su uso extendido todavía".

Teniendo eso en cuenta, el Dr. Clifford Bassett, instructor clínico de la Facultad de medicina de la Universidad de Nueva York, director médico de Allergy and Asthma Care de Nueva York y presidente del comité de educación pública de la AAAAI, aseguró que está "sumamente motivado" por estos estudios.

"Esto complementa lo que sabemos y, aunque es preliminar y con un grupo pequeño de niños, es sumamente emocionante", dijo. "Siempre es positivo cuando tenemos más información que nos lleva a más estrategias para reducir el riesgo de una situación potencialmente mortal. Y aunque no sabemos si este tipo de método podría ayudar potencialmente con otras alergias alimentarias, éste es el tipo de trabajo que conduciría al alivio de la ansiedad compartida por todos los padres de los niños que tienen alergias a los alimentos".

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